Porque como dice esta canción, yo nací el día que te conocí, el día que llegaste a mi vida. Nací como madre, nací como mujer dudosa, nací como mujer superada.
Reflexionando y parándome a pensar en lo que era diez años atrás en mi vida, me doy cuenta lo mucho que hemos cambiado, todo lo que hemos aprendido. Dicen por ahí que una madre es lo más grande que tenemos en el mundo, y hoy yo digo que esto no es así. Lo más grande que podemos tener en el mundo son nuestros propios hijos, los que nos enseñan cada día.
Yo aprendí a madurar para poder criar y educar a mis pequeños
Aprendí que nuestra paciencia realmente es infinita cuando estamos llenos de amor
Aprendí a corregirme para ser mejor ejemplo
Aprendí a escuchar y comprender aún más, incluso si no me hablaban con palabras sino con movimientos
Aprendí a luchar por una parte de mí, que un día comenzó a ser más independiente
Aprendí a volver a jugar, esta vez acompañada, muy bien acompañada
Aprendí que en mi pasado habían muchas cosas mal, y he tratado de superarlas sin repetirlas
Aprendí a tener decisión y diferenciar lo que quería en mi familia
Aprendí que da igual lo que digan, da igual si te juzgan mientras tengas claro quién eres y qué quieres
Aprendí a ver el lado positivo de todas las cosas
Aprendí a ponerme en el lugar de mi madre muchas veces, pero sin comer huevos 🙂
Aprendí que los pequeños creen saberlo todo, pero sólo te están pidiendo ayuda y guía
Aprendí a aprender sin barreras, aprendí a cambiar, aprendí a ser flexible, aprendí que el diálogo es muy importante aunque creas que no te entienden, aprendí a nacer como mamá.